domingo, 3 de febrero de 2013

La alianza del PAN con el PRD en Baja California, Parte II


La conclusión de la publicación anterior consistió en que las alianzas entre las fuerzas políticas de derechas y de izquierdas no son raras y negativas necesariamente, y que incluso pueden arrojar resultados benéficos para la población. Ejemplos de estos existen tanto en la historia electoral de México desde hace 20 años como en la historia mundial desde la segunda mitad del Siglo XX. Sin embargo, los ejemplos citados, como la alianza entre el PAN y el PRD en el estado de Oaxaca en 2004 y 2010, así como la del Partido Demócrata Cristiano y el Partido Socialista de Chile en 1990, tenían una característica en común: ambas alianzas se realizaron entre partidos de derecha y de centro izquierda, pero en calidad de partidos de oposición. En el caso de Baja California, la situación es más complicada: el PAN es el partido en el gobierno desde 1989, lleva 24 años ininterrumpidos al frente del Poder Ejecutivo del estado, los mismos años que tiene el PRD de haber sido fundado, 24 años sumido en la oposición marginal. Por esa razón, la verdadera polémica sobre la alianza entre el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática no debe de ser la coalición entre derecha e izquierda, coalición que repito, es más frecuente de lo que pensamos, si no la pregunta que quedó abierta al final del artículo pasado: ¿Cómo se puede aliar el principal partido de izquierda de México, el PRD, con el partido en el poder en Baja California desde hace 24 años, el PAN?

Para poder responder esta cuestión de manera objetiva, primero se deben de tomar en cuenta ciertos puntos. Existen muchas formas de clasificar a los partidos políticos. Una de las más útiles, es la de "Policy Seekers" (buscadores de políticas, que impulsan propuestas acorde con su ideología) y "Office Seekers" (buscadores de oficinas, son aquellos que solo trabajan por alcanzar puestos públicos). Los partidos que únicamente se les clasifica como "Policy Seekers", o son partidos anti sistema que buscan destruirlo (como los partidos comunistas revolucionarios o religiosos fundamentalistas) o que participan dentro del sistema con la intención de empujar políticas públicas específicas sin importarles en demasía la obtención de cargos gubernamentales (como el Partido Verde en EUA). Por el contrario, los partidos que solamente se les considera "Office Seekers", tienen como razón fundamental de su existencia ganar los puestos de elección popular y obtener las oficinas públicas de gobierno. Caso típico de este tipo de partido político en México es el Partido Revolucionario Institucional, que maneja un discurso de izquierdas o de derechas según la situación.

¿A que nos lleva esta clasificación? A reconocer que la inmensa mayoría de los partidos políticos son primeramente, "office seekers" e inmediatamente posterior, "policy seekers". Casi la totalidad de los partidos políticos tienen como objetivo fundamental encabezar el gobierno, dicho objetivo los iguala a todos, por lo que sus diferencias, pero también sus probables semejanzas, radican en las acciones que llevarán a cabo una vez ejerzan el poder público. Y es en este punto, la discusión de las acciones de gobierno, donde se puede plantear la posibilidad de realizar alianzas programáticas entre partidos políticos, incluso entre partidos con distinta ideología. La cuestión de fondo, no radica en como los partidos obtienen el poder (siempre y cuando respeten las reglas del juego democrático), si no en que hacen con el una vez lo alcancen. Por ello es perfectamente comprensible que los partidos realicen coaliciones entre ellos con el fin de ganar las elecciones, ya que para eso existen los partidos: para triunfar en los comicios. Sin embargo, si los partidos políticos coaligados buscan trascender y mantenerse en el poder, se vuelve necesario para ellos mismos el diseñar una plataforma común de gobierno, que les permita justificar su alianza ante los electores y ante sus agremiados y, sobre todo, coadyuve a que la alianza electoral fruto de una coyuntura política concreta se transforme en una estable coalición de gobierno.

Una vez hechas estas consideraciones, la alianza del PAN y el PRD en Baja California deja de causar escozor, o al menos lo reduce. Ambos partidos son "office seekers", nacieron para participar en las elecciones y buscan ganarlas, y para lograrlo, ofrecen al electorado un paquete de políticas públicas que implementarán desde el gobierno en caso de alcanzar el triunfo, ya que también son partidos "policy seekers". Ante la debilidad que ambos partidos tienen para obtener la victoria electoral por si solos, deciden aliarse, diseñando un programa de gobierno compartido que ofertan a los votantes para que estos consideren que la alianza PAN-PRD es la mejor opción para encabezar el Poder Ejecutivo de la entidad. Es por ello que la alianza del principal partido político de izquierda en México, el de la Revolución Democrática, con el representante histórico del conservadurismo mexicano, Acción Nacional, se puede explicar de manera sencilla, ya que, aunque el PAN sea el partido en el poder en Baja California desde hace 24 años, necesita del apoyo de otras fuerzas políticas para mantenerse, y las  fuerzas políticas chicas como el PRD, necesitan aliarse al PAN para poder ganar las elecciones y convertir en una realidad sus propuestas de gobierno. Es decir, la necesidad de un partido de no perder (PAN) y la necesidad de otro de ser parte del gobierno (PRD) permiten crear las condiciones para realizar una alianza electoral, y esas mismas necesidades, empujan la elaboración de una agenda común de trabajo y acciones.

El politólogo francés Jean Charlot (1972) propuso que el conflicto partidista surge de las diferencias en 7 dimensiones de temas. Al mismo tiempo, las coincidencias sobre la visión de los problemas de la sociedad en dichas dimensiones representan el fundamento empírico que permite que un partido de la oposición (PRD) pueda realizar una alianza programática con el partido en el gobierno (PAN). Las dimensiones de temas que Charlot estableció son:
  1. Socio Económica
    Referente al sistema económico, a los derechos y prestaciones sociales. Es en esta dimensión donde el conflicto derecha-izquierda es más agudo, sobre todo por la posición del PAN a favor de la presencia de empresas extranjeras productoras de gas en el estado como Sempra Energy. Sin embargo, Acción Nacional se ha manifestado a favor de implementar en Baja California los exitosos programas sociales del gobierno perredista en el Distrito Federal.
  2. Religiosa
    La lucha entre liberales y conservadores, entre partidos seglares y religiosos, entre laicos y confesionales, se hace presente en esta dimensión. El PAN debido a sus orígenes católicos, ubica en la citada dimensión la discusión sobre el divorcio, el aborto, el consumo de drogas, los derechos de los homosexuales, etc. El progresista PRD mantiene posiciones radicalmente contrarias al PAN sobre este tipo de temas, por lo que esta 2da dimensión tiene el potencial de convertirse en la de mayor encono entre ambos partidos aliados.
  3. Étnico-Cultural
    Aunque importante, esta dimensión se vuelve conflictiva solamente en las sociedades con fuertes clivajes étnicos y donde convergen distintas culturas. El PRD históricamente ha sido un partido comprometido con la causa indígena, y aunque en Baja California habitan pocos pueblos originarios, si hay una migración importante de indígenas de otras entidades de México, por lo que esta dimensión puede generar disensos al interior de la alianza.
  4. Urbana-Rural
    El 90% de la población del estado de Baja California vive en zonas urbanas, por lo que se podría pensar que esta dimensión donde se enfrentan los interés de la ciudad con los del campo no arrojaría mayores dificultades para la elaboración de un programa común de gobierno, pero dicha visión es inexacta, ya que la zona de la entidad donde el PRD tiene mayor presencia, es en el Valle de San Quintín. Mientras el PAN está a favor de la privatización de la tierra, el PRD es comunitarista.
  5. Apoyo al régimen
    A pesar de los 24 años ininterrumpidos en la oposición, el PRD al aliarse con el partido de gobierno se convierte en un partido estabilizador del sistema.
  6. Política Exterior
    Por ser Baja California una entidad subnacional, en la dimensión de la política exterior no existen muchas áreas que puedan generar polémica. Además, el PAN durante sus 24 años de gobierno en Baja California, en esta dimensión en particular se ha destacado por buscar un mayor acercamiento del estado con países asiáticos, principalmente Japón y China. La diversificación de las relaciones internacionales y su no limitación exclusiva hacia los Estados Unidos forma parte de la agenda internacional del PRD, por lo que esta dimensión no ofrece alguna diferencia importante, por el contrario, existen muchas coincidencias.
  7. Posmaterialista
    En esta dimensión es donde se encuentran las mayores coincidencias entre el PAN y el PRD: el impulso a la democracia participativa, el embellecimiento de las ciudades, un re diseño de la política de movilidad urbana y el apoyo a una reforma de la administración pública estatal que incorpore las perspectivas de la gobernanza y de la austeridad en el gasto público, son los tópicos que vuelven a la dimensión posmaterialista la piedra angular de la alianza programática entre el PAN y el PRD.
Finalmente, al ubicar las diferencias y semejanzas entre los programas de gobierno de ambos partidos, se puede dar respuesta a la pregunta principal: ¿Cómo se puede aliar el principal partido de izquierda de México, el PRD, con el partido en el poder en Baja California desde hace 24 años, el PAN? Elaborando una Plataforma Común de Gobierno que haga énfasis en las dimensiones 7, 6 y 5, que tome las semejanzas que puedan existir en las dimensiones 1 y 4 y que incluya mecanismos de diálogo que permitan generar consensos en cuanto a las dimensiones 2 y 3. Solo de esta manera, la alianza entre Acción Nacional y la Revolución Democrática obtendrá el apoyo mayoritario de los bajacalifornianos en los comicios del 7 de Julio de 2013.