jueves, 30 de diciembre de 2010

La deuda pública del gobierno de Felipe Calderón.


México históricamente ha sido un país endeudado. Por supuestas deudas, Francia invadió a nuestro país en 1838, bajo el pretexto de que el conflicto armado entre el separatista gobierno de Texas y el gobierno mexicano había dañado las propiedades de ciudadanos franceses asentados en territorio nacional. También por deudas, Inglaterra mandó su temida fuerza naval a los puertos veracruzanos, al declarar el Presidente Benito Juárez la moratoria de la deuda externa para poder reconstruir al país después de la devastadora "Guerra de Reforma" de 1857-1860, lo que condujo a la Segunda Intervención Francesa. Ya en el Siglo XX, durante el inicio de la década de los 90´s, Carlos Salinas de Gortari, a la sazón Presidente de México (usurpador como el actual), utilizando el pretexto de disminuir el endeudamiento del gobierno, privatizó más de 1000 empresas paraestatales a un precio de remate, con la intención oficial de pagar parte de la deuda nacional. Y así nos podríamos pasar el día hablando sobre como la deuda pública de México ha marcado distintos momentos de la vida nacional, concluyendo que este ha sido uno de los grandes lastres nacionales, provocado por la ineptitud de los gobernantes en turno.

Pero el asunto del endeudamiento público también ha estado presente en la lucha político electoral de la Nación: En 2006, el entonces candidato presidencial del Partido Acción Nacional (Conservador), Felipe Calderón Hinojosa, aseguró durante toda la campaña, que en caso de ganar el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos (izquierda), Andrés Manuel López Obrador, la deuda del gobierno federal incrementaría estratosféricamente, lo que conduciría a revivir las grandes crisis y devaluaciones de los gobiernos priístas de antaño. Esa campaña sucia, provocó que muchos mexicanos tuvieran un miedo atroz al candidato de los partidos de izquierda (AMLO), situación que en amplios sectores de la población prevalece. Pero en días recientes, en un reportaje de la Revista Proceso, se dió a conocer un informe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que en estos 4 años de (des)Gobierno de Felipe Calderón, la deuda pública ha crecido de manera escandalosa y desproporcionada: de 1.3 billones de pesos que se adeudaban en 2006, se pasó a deber 2.8 billones de pesos, es decir, un aumento de más del doble de la deuda anterior. Lo horrorizante de las cifras, que en seco no dicen mucho, es que el porcentaje de la deuda con relación al PIB, en Noviembre del 2006 representaba el 20.4%, mientras que en noviembre de 2010, ya era del 30.6%. Esta realidad compromete seriamente las finanzas de la República y pone en entredicho la viabilidad económica del Gobierno, ya que afrontar la todavía existente crisis económica mundial con un porcentaje tan alto de endeudamiento sólo prolongará el período de recesión mientras otros países salen avantes del crack financiero mundial, lo que provocará que México pierda competitividad a nivel mundial.

A pesar de lo anteriormente expuesto, el Presidente (espurior y usurpador) Calderón mantiene su discurso de que la economía nacional está en franca mejoría y que la salida de la crisis es cada vez más cercana, cuando los números de su propio gobierno dan a entender lo contrario. De seguir la Derecha al frente del Gobierno Federal, es probable que la crisis en nuestro país se agrave cada vez más y se llegue a una situación tan grave como en Argentina a inicios de la década del 2000 o como actualmente sucede en Grecia. Debemos de contemplar la posibilidad de que ante tanta incapacidad, ese sea el verdadero plan del gobierno calderonista.

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