Con motivo de la realización de la Copa Mundial de la FIFA en Sudáfrica, el autor del libro de la semana es Nelson Mandela, el primer presidente negro de esa nación y líder del "Umkhonto we Sizwe", el brazo armado de su partido el Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en inglés). Nelson Rolihlahla Mandela nació en Mvezo, Sudáfrica, el 18 de julio de 1918, y estuvo preso durante 27 años en la cárcel de Robben Island a partir de 1962. Fue arrestado por sabotaje y condenado a cadena perpetua debido a su lucha frontal contra el sistema del "Apartheid", que regía a Sudáfrica en aquellos años. El "Apartheid" consistía en la legalización de la segregación racial: la puesta en práctica del ideario nazi de la división social en razas. Sin embargo, usando la táctica de la "Desobediencia Civíl" y reconociendo a la lucha armada como el último recurso, Mandela dirigió a su pueblo en la lucha por la eliminación del "Apartheid" en 1990 y poco después, obtuvo la Presidencia de la República en las primeras elecciones realizadas mediante sufragio universal en 1994. Asumió la Presidencia a los 77 años y terminó su mandato en 1999, sucediéndole en el cargo otro miembro de su partido el ANC, Thabo Mbeki.
En esta obra están los alegatos que utilizó Mandela en su defensa ante los tribunales sudafricanos, y se encuentran 2 de sus frases más polémicas: "Me siento un hombre negro en un tribunal de blancos" y "Por supuesto que me atrae una sociedad sin clases". Lo fantástico de este libro, es como Mandela expone la situación de neocolonialismo que existia en su país y la precaria vida de los trabajadores. Al ser en aquella época Sudáfrica una nación aún en formación, es interesante leer las posiciones de Nelson respecto a la organización que su patria requiere. También revela su opinión acerca de la sociedad sin clases (develando su simpatía por el socialismo) y la relación que los movimientos de liberación nacional como el suyo, tienen que mantener con el resto de organizaciones anti gobierno. Es de llamar la atención como Mandela hace prioridad en el rescate de "la patria" en lugar de la lucha por concretizar una ideología, argumentando que si no hay patria no habrá nada que ideologizar. En conclusión, este libro también habla sobre las peripecias que tuvo que realizar "Madiba" para colectar apoyos en el resto de los países de África para el triunfo de su lucha. Sin lugar a dudas, es de los mejores libros que ilustran las complicaciones y dificultades que tienen que enfrentar los países del tercer mundo para alcanzar su plena emancipación.
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