jueves, 6 de mayo de 2010

El parlamentarismo, el gobierno de las coaliciones.


En México tenemos un sistema presidencialista. El Poder Ejecutivo lo puede encabezar un Presidente que no tenga mayoría en el Poder Legislativo. Esto genera un estancamiento en el trabajo de los diputados o bien, vuelve al Ejecutivo un rehén del Congreso. Al menos así es como debería de funcionar nuestro sistema, pero el maridaje entre el PRI y el PAN desde 1988 vuelve a la Presidencia una vil agencia de colocaciones. Sin embargo, el poder que aún concentra la figura presidencial, provoca que la prioridad de la izquierda sea ganar las elecciones presidenciales, en vez de consolidar su avance territorial venciendo en las elecciones legislativas.

Pero en muchos países del mundo, como Cuba, Italia o España, su modelo de gobierno es el "Parlamentarismo". ¿En que consiste este sistema? A diferencia de nuestro país, la figura del Poder Ejecutivo no es independiente al Legislativo. Para que un partido pueda encabezar el gobierno, necesita tener mayoría absoluta en el Parlamento (Congreso de la Unión en nuestro país) o en su caso, una alianza con 1 o más partidos que le permitan ser gobierno. ¿Pero en que consiste "formar gobierno"? Esta expresión se refiere a que son los diputados los que eligen al Presidente y a su gabinete. En el sistema parlamentario, al Presidente se le llama Primer Ministro o Jefe de Gobierno, como en España. El Jefe de Estado es el Rey o ahora si, el Presidente, como en Italia.

Quien aspire a ser Primer Ministro o Secretario de Estado, primero tiene que ser diputado por el distrito electoral en el que viva y de esa manera acceder al Parlamento. Por lo regular los líderes de los partidos políticos en este sistema también son diputados, y despuésde ser integrado el Congreso, se convierten en las propuestas de sus bancadas para ocupar el cargo de "Premier". Para poder dirigir el gobierno (que no el Estado), se necesita que más de la mitad del Parlamento apruebe a las cabezas del nuevo gobierno. Esto provoca que muchas veces el partido con la mayor cantidad de diputados no pueda alcanzar el Poder Ejecutivo, ya que al no tener la mayoría, el resto de los partidos se alíen y encabecen un gobierno de "mayorías compuestas". Sin embargo, si el partido más votado tiene una diferencia clara y contundente con respecto a su más cercano competidor, a pesar de no poseer la mayoría legislativa, los demás partidos le respetan su condición de primera minoría.
La ventaja de este sistema, es que el gobierno cuenta con un apoyo mayoritario de la población, ya sea por que un partido ganó la mitad + 1 del Parlamento o los demás partidos llegaron a un acuerdo. También obliga a los partidos políticos a tener presencia a lo largo del país, si es que su objetivo es encabezar el gobierno. El fenómeno negativo de este sistema, es que en ocasiones un partido puede obtener menos votos que el primer lugar, pero gana más distritos electorales al tener un voto distribuido por todo el territorio nacional. Sin embargo, para compensar este defecto, los diputados plurinominales, asignados a los partidos de acuerdo a la cantidad de votos que reciba independientemente de los distritos ganados, ayuda a tener una composición de la Cámara Legislativa verdaderamente representativa de la sociedad.

Esto viene a colación debido a que este Jueves 6 de Mayo se llevaron a cabo las elecciones legislativas en Gran Bretaña. El ganador de este proceso fue el Partido Conservador, que obtuvo 305 representantes. Los conservadores son lidereados por David Cameron quién refrendó su diputación por la comunidad de Witney. El Partido Laborista alcanzó 255 escaños y el Partido Liberal Demócrata fue la gran decepción de la elección, al ganar solamente 61 diputados. Los 29 legisladores restantes forman parte de la más amplia gama de partidos políticos. A pesar de que los conservadores lograron 50 diputados más que los laboristas, actualmente titulares del Poder Ejecutivo desde 1997, el sistema parlamentario del Reino Unido es muy probable que les haga una mala jugada. Como los "tories" no alcanzaron la mayoría absoluta con 326 espacios en la "Cámara de los Comunes", su esperado acceso al gobierno tendrá que esperar. Los liberales demócratas, bastante más cercanos al laborismo, están más inclinados a llegar a un acuerdo con el Partido de la Rosa que con los descendientes de Margaret Tatcher. Al Partido Conservador solo le quedaría buscar el apoyo de 21 diputados de los 29 restantes, pero esto se ve harto imposible: Los 29 legisladores son comunistas, ecologistas y católicos de Irlanda del Norte, estos últimos reacios a cualquier acuerdo con los anglicanos conservadores.



Si el laborismo desea mantenerse (se dice que el Primer Ministro laborista Gordon Brown tendrá que dimitir para cristalizar la coalición los liberales), deben de leer el mensaje de las urnas: Su decisión de mantener tropas en Afganistán, la sumisión a los intereses estadounidenses y preferir rescatar bancos que empresas productivas ante la crisis les dió una votación muy baja. Si la cantidad de diputados que obtuvieron les permite negociar con los liberales, es por que los ingleses no quieren un libre mercado tan salvaje como el de los 80´s. Sin embargo, los liberal-demócratas, podrían concretar la alianza con los conservadores con tal de borrar del mapa político al Partido Laborista y ocupar su lugar como la fuerza política de "izquierda".

Ya para terminar, si las bancadas no llegan a un acuerdo sobre quien será el titular del Ejecutivo, por fin veremos la utilidad de la monarquía: Será la Reina Isabel II quién decida quien será el nuevo Primer Ministro. En Italia, el Presidente de la República es quien toma esta decisión. Lo curioso del asunto, es que de todos es conocido la preferencia que la Reina tiene por los laboristas. Osea, los conservadores seguirán en la oposición ¡DIOS SALVE A LA REINA!

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