Ayer, 30 de Abril, fue Día del Niño. Mientras que para algunos infantes este día estará lleno de alegría, para otros pasará desapercibido. En nuestro país, según el INEGI, el 44% de los pobres son niños. Es decir, que de los 60 millones de mexicanos que viven en la pobreza, 26 millones son niños. Para estos, el 30 de Abril pasará inadvertido. Y para los niños que trabajan en condiciones miserables, o para los miles de pequeños desnutridos, este puede ser el día que pasen a mejor vida. Es un motivo de verguenza que en el Siglo XXI sigan muriendo niños a causa de la desnutrición. Una muestra más del fracaso capitalista.
El único país en el mundo que tiene un 0% de desnutrición infantil en todo el mundo, es la República Socialista de Cuba, afirmación hecha por la UNICEF, organización que creo no podrá ser llamado de procastrista. El sistema de semi internado en las escuelas, garantiza a todos los niños alimentación sana y nutritiva, atención médica y educación integral.
Cuando Salvador Allende fue candidato a Presidente de Chile en 1970, dijo una sentencia lapidaria: "La felicidad de Chile comienza con la felicidad de los niños". Al ser estos el futuro del país, al ser los niños los nuevos ciudadanos, tienen que ser prioridad número 1 en cualquier gobierno. Asegurar que la actual generación infantil pueda crecer con todas las herramientas necesarias para su desarrollo, nos garantiza un México totalmente diferente en 20 años, cuando estos ya sean adultos. En cambio, si los dejamos en el olvido, hagámonos a la idea de que el país estará en peores condiciones, aunque suene imposible. Si queremos que nuestra sociedad cambie, tenemos que recuperar el sentido prioritario que Allende le daba a la infancia. Por eso, recordándo las condiciones infrahumanas en que viven los niños del mundo, tenemos que decir: Por ellos, ¡VENCEREMOS!
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