martes, 2 de marzo de 2010

PERIPLO POR PEPE MUJICA. SEGUNDA PARTE.


Continuación de la crónica del viaje del Profesor José Luis Alonso Vargas a la Toma de Protesta de José Mújica como Presidente de la República Oriental del Paraguay.

II

Aterrizamos en Asunción, Paraguay, a las 3 de la mañana del viernes 26 de febrero. Me pareció extraño que, tanto en Lima, como aquí, me estuvieran llegando mensajes al celular. Lo encendí mientras llegaban los nuevos pasajeros y no podía concentrarme para dormir. Casi a las 4 despegamos hacia Montevideo, para aterrizar 20 minutos antes de las 7. Me mantuve en insomnio y bajé como zombi. Entregué mi tarjeta de turista en migración y pasé sin pagar ni un centavo. Recogí el equipaje y sin que lo revisaran los de la aduana, salí hacia la calle. Antes, pasé a una casa de cambio y cambié 160 dólares por $2,765.19 pesos uruguayos. A 17. 59495, cada dólar.

No me quedó más que contratar un taxi, aunque me asustó cuando me dijo el precio: 700 pesos. El chofer se mostró comunicativo, me dijo que ahora era caro porque estaba privatizado; que antes era barato porque era del Estado. Pero que no había opción. Pasamos por los barrios de los más ricos, luego por los de clase media y al final, llegamos al centro de Montevideo, al hotel Los Ángeles, donde me hospedé hace justamente 4 años, en la calle 18 de julio, casi esquina con Julio Herrera y Obes. Ahí el chofer completó mi susto: 960 pesos, me dijo, pues así estaba marcado en una especie de taxímetro que me mostró de lejos. Uf!

Al pagar la habitación recibí otro golpe seco: 900 pesos por esta noche, pero con el desayuno de mañana. En mi cartera, asaltada, quedaban escasamente 1000 pesos uruguayos y 38 dólares.

Me fui a dormir pues ya llevaba dos noches sin descansar horizontalmente. Abrí los ojos a las 3 de la tarde y me metí en la ducha. Bajé a la calle y compré un periódico (a 35 pesos, como 3 veces más caro que La Jornada, de México). Ahí leí que la marcha de Pepe con Ana, una candidata a la Intendencia de Montevideo, había empezado una hora antes de que despertara, así que me la perdí. Compré una hamburguesa, en la calle, a 28 pesos, con una malta, a 29: 57 pesos. Entré a una especie de Oxo y compré pasta de dientes, dos rastrillos y una loción y fueron 243 pesos. Y me empecé a preocupar, pues la plata se me desaparecía. Dos plátanos, dos duraznos y una manzana por 40 pesos. El Internet: 10 pesos. Fui a un cajero automático y tan solo me dio 200 pesos de una cuenta de Bancomer donde tenía un guardadito. Mi crisis económica se hacía visible. Mi esperanza quedaba en los depósitos de mis amigos, de a de veras.

Mientras, prendí la tele y vi algunas escenas del carnaval, con las murgas en la competencia. Uno de esos grupos, Contramano, llega a tocar asuntos como la Reforma del Estado. Ni soñar con asistir, ¿con qué plata? También anuncian algunas películas de estreno y obras de teatro y otros espectáculos, pero estoy frito.

Antes de salir de México me llegó por Internet una invitación y un programa para un seminario que organiza el Frente Amplio para los invitados extranjeros. Será el 2 de marzo y estará de primera, pues nos explicarán cuestiones que interesan a toda la izquierda latinoamericana, como la construcción de las redes sociales, la difusión de la cultura de izquierda y las bases para la unidad. Ahí sabremos cual es la clave para ganar la presidencia, desde la izquierda, en un país que pasó, apenas hace un cuarto de siglo, por una dictadura, de las más duras. Por lo pronto, caminaré por los alrededores, recordando que fueron estas calles las mismas por donde anduvieron Zitarroza y Benedetti.

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